Adaptación libre e inbound de la novela de Charles Dickens «A Christmas Carol». Fin del cuento.
Si te perdiste el inicio de esta increible historia, lee el Capítulo I: El Espectro de Kodak
Fin del cuento
Aquella Nochebuena Ramón la disfrutó de un modo muy especial. Notaba que algo había cambiado dentro de él, que había despertado de nuevo una chispa de ilusión que estaba apagada hacía mucho tiempo. Cenó en casa de su hermana, cantó villancicos y jugó con sus sobrinos hasta tarde.
Esa noche durmió plácidamente y soñó con todo lo que le había pasado ese día. En sus sueños, Jobs, Chicote y Suri discutían con él todos los cambios que debía hacer en su empresa, y al despertar, buscó un papel y un bolígrafo y apuntó, antes de que se le olvidara, cuatro notas para su nueva estrategia:
ESTRATEGIA INBOUND PARA COMPUWARE
1. INNOVACIÓN
2. COMUNICACIÓN PERSONAL
3. EDUCACIÓN
4. CONFIANZA
El día siguiente, ya en la oficina, Ramón llamó a Iván, el responsable de ventas, a su despacho.
«Hola Ramón. ¿Querías verme?» Iván seguía algo molesto por la última conversación y se notaba desgana y apatía en su forma de hablar.
«Sí Iván», dijo Ramón. «Lo primero que quiero es disculparme contigo. No quiero buscar excusas, pero los últimos tiempos me he comportado como un auténtico idiota. Sé que has estado trabajando duro y que yo no te lo he puesto fácil, pero estoy decidido a cambiar, y quiero que seas mi apoyo en esta tarea.»
Iván no podía creer lo que oía. ¿Ramón disculpándose? Sería una broma.
«No sé qué ha pasado Ramón, pero no estoy de humor para inventos de un día. Mi vaso se colmó con nuestra última conversación y quiero que sepas que estoy pensando seriamente en dejar Compuware.»
Ramón no parecía muy sorprendido. «Te entiendo, y para que veas que voy en serio, lo primero que haré será reconocer tu trabajo nombrándote director de marketing de la empresa. Revisaremos tu salario y discutiremos un presupuesto adecuado para tu departamento esta misma semana.»
Iván quería creer a Ramón, pero ya eran muchas sus decepciones en la empresa.
«Eso está muy bien, pero no servirá de nada con tu forma de pensar y tu actitud hacia la plantilla y los clientes. Cambiar no es tan fácil Ramón.»
«Lo sé, y es por ello por lo que quiero que me ayudes a liderar este cambio», respondió Ramón. «Y para que veas que voy muy en serio, quiero que sepas que el viernes estuve con Alicia de Clientalia y me he comprometido con ella en darle apoyo técnico y financiero para que pueda adaptar sus sistemas y poner en marcha la nueva web que tanto necesita.»
Los ojos de Iván se llenaron de lágrimas. Era estúpido, incomprensible, pero ver a Ramón de nuevo hablando con ilusión y con ganas de hacer las cosas bien le provocaba una emoción difícil de contener.
«Y además», continuó Ramón, «he estado pensando en hacer algo divertido para nuestro equipo y que nos ayude a volver a conectar con los clientes. ¿Qué te parece si hoy mismo organizamos una pequeña fiesta de Navidad en la oficina y aprovechamos para grabar un video de felicitación para los clientes? Podríamos hacer un mannequin challenge, si te parece.»
Iván sonrió. «No te lo creerás Ramón. Es justo lo que quería proponerte en nuestra última reunión, antes de que me echaras de tu despacho. Me parece una idea genial. Si quieres podemos incluso invitar a la fiesta a los clientes más cercanos.»
«¡Claro! Pero que sea íntimo. Quiero que sea muy cercano y que tengamos tiempo para hablar y celebrar la navidad juntos.»
«¡Genial! Gracias Ramón. Creo que este va a ser un gran año para la empresa y para ti.»
«Bueno, pero no te confíes, que tenemos mucho trabajo por delante. Por cierto, ¿has oído hablar de inbound marketing?»
FIN
