Han pasado más de 15 años desde que la burbuja de internet, por así llamarla, estallara abriendo paso a la era de las redes sociales, modificando el concepto de socialización y abriendo un amplio mundo de posibilidades dentro del comercio y de los mercados internacionales. Son muchas las empresas y marcas que se han ido sumando al aprovechamiento de esas plataformas para promocionarse logrando campañas de gran éxito.
Actualmente, las redes sociales permiten establecer vínculos más estrechos con los consumidores. Para ello, es necesario que las empresas tengan claros, además de sus propios objetivos, los procedimientos a seguir si quieren hacerse con un mayor número seguidores y, porque no decirlo, clientes fieles. Por ello, dejaremos claras cuales son dichas pautas estableciendo los pasos para publicar en redes sociales de forma efectiva:
- Fase de investigación.
- Fase de publicación.
- Fase de monitorización.
Fase de investigación
Muchos pensarán que publicar contenidos en las redes sociales no va más allá de contar algo a los usuarios y poner cuatro «hashtags» para viralizar la publicación. Nada más lejos de la realidad. Dentro de este mundillo, en el que un mal movimiento puede significar una catástrofe a nivel empresarial, la investigación del entorno adquiere un papel fundamental dentro de cualquier acción que se desarrolle. Por ello, los encargados de esta tarea están obligados a investigar y enterarse de las últimas tendencias que circulan por la red y de los temas de actualidad que más interesan a sus clientes potenciales. De este modo, las publicaciones que se realicen obtendrán la atención deseada y los objetivos preestablecidos.
Fase de publicación
A simple vista, publicar algo en las redes sociales puede parecer un juego de niños, y lo sería si no estuviera en juego el éxito de una campaña o la imagen pública de una empresa. Es por esto, por lo que hay que seguir ciertas pautas que nos ayudarán a distribuir contenido de calidad en nuestros perfiles sociales:
- Optimizar el perfil de la empresa: a simple vista puede parecer algo obvio, pero es conveniente recordar que todos los perfiles sociales de una empresa deben mantener una coherencia entre sí y respetar los valores y estilos de la propia empresa. Por ello, es 100% recomendable crear una guía de estilos que unifique todos los perfiles bajo los mismos parámetros estéticos y de redacción.
- Compartir contenido relevante: es imprescindible publicar contenido informativo, educativo y de interés para nuestra audiencia. De esta manera, se alcanzará un mayor feedback entre la empresa y sus clientes potenciales.
- Personalizar el contenido: está muy bien adaptar el contenido a los clientes potenciales de la empresa pero es necesario ir más allá. Es necesario adecuarse de igual manera al medio a través del cual se va distribuir el contenido. Si bien la mayoría de las redes sociales comparten unas pautas o consejos de publicación, como pueden ser la integración de imágenes y videos, añadir links externos o utilizar un lenguaje cercano y que inste a la acción, hay que tener en cuenta que cada plataforma posee diferentes limitaciones (véase Twitter con sus 140 caracteres). Por ello, es aconsejable conocer las opciones que nos aporta cada plataforma para así poder optimizar satisfactoriamente nuestro contenido al medio con el que trabajamos.
Fase de monitorización
Cualquier acción que llevemos acabo y los esfuerzos que estas requieren están enfocados al cumplimiento de unos objetivos predefinidos. Pues bien, es hora de evaluar nuestros esfuerzos. Actualmente el modo de medición de los resultados en acciones de social media se centra en los siguientes aspectos principales:
- Estableciendo puntos de referencia: comparación entre los resultados que tu empresa ha obtenido con esas acciones y los resultados obtenidos por la competencia. Se trata pues de una forma sencilla de saber si los esfuerzos y acciones realizadas van por buen camino o es necesario hacer cambios en la estrategia de social media.
- Calculando el Retorno de la Inversión (ROI): Esta forma de medición se basa principalmente en evaluación de los gastos de tiempo que has realizado con respecto a los ingresos que has obtenido. Así pues, nos fijaremos en:
- Número de visitas que ha obtenido nuestra publicación.
- Cuantas de esas personas han compartido el contenido a través de sus perfiles en redes sociales.
- La tasa de conversión relacionada con dicho contenido.
- Si ese contenido ha ayudado a cerrar clientes.
Barajando y analizando dichos parámetros de forma regular podremos dictaminar de manera fiable si el esfuerzo y tiempo dedicados ha merecido la pena o es necesario cambiar aspectos de la estrategia.
Pues bien estas son las pautas básicas que debemos tener en cuenta si queremos que nuestras publicaciones obtengan los resultados previstos. Con paciencia y el buen uso de estas podremos utilizar de manera eficaz nuestros perfiles en las redes sociales. Y ahora, ¡manos a la obra!