Esta es una pregunta que me han hecho a través de nuestra página de consultas y voy a aprovechar para compartir parte de mi respuesta en este post. Aunque la pregunta se ha formulado para el comercio, lo que comento a continuación es lo suficientemente general como para poder aplicarse en gran medida en casi cualquier otro sector.
La primera parte de la respuesta, para limitar las expectativas, es que no hay «recetas mágicas» que valgan para todo un sector (en este caso comercio) y ni siquiera para un tipo concreto de comercio (moda, alimentación, libros…). Cada negocio, cada persona, son diferentes, y sólo mediante un análisis previo de las capacidades y características individuales, del negocio y del entorno, seremos capaces de diseñar una estrategia adecuada para conseguir ese aumento de las ventas.
La buena noticia es que en este proceso sí que se pueden utilizar técnicas de marketing -en el sentido más amplio, desde la definición de productos, servicios o imagen de marca, hasta el desarrollo de campañas de publicidad específicas-, así como las facilidades que Internet y las Redes Sociales ponen a nuestra disposición, dicho de paso, con un coste muy reducido. Y aún mejor noticia es que solamente utilizando tus capacidades, conocimientos y experiencia, y con un poco de ayuda, podrás empezar a dar pasos en la mejora de tu negocio.
Para llevar a buen puerto estas tareas es necesario hacer dos cosas que a mucha gente le resultan más o menos difíciles o tediosas: PENSAR y PERSEVERAR.
Veo a muchos empresarios a los que frecuentemente les cuesta reservar un tiempo para detenerse, tomar perspectiva y pensar en los aspectos básicos de su negocio. Su trabajo diario y los problemas les absorben completamente y nunca «encuentran tiempo» para pensar. Pues bien, esta es mi primera receta: busca tiempo, desconecta, toma perspectiva y piensa. Por supuesto existen técnicas que facilitan este proceso, que es a la vez analítico y creativo, y que intentaremos ir planteando de manera sencilla y práctica en próximas entradas del blog, pero de momento, os dejo algunas preguntas cuya respuesta os puede servir como punto de partida en esta reflexión:
- Describe tu comercio, según tu visión del mismo. Qué vendes, cómo lo haces, cómo definirías con una frase tu tienda, cuales crees que son los aspectos diferenciales respecto a otras tiendas parecidas (productos, precios, valor añadido…), qué empleados tienes, cómo son, etc.
- Cómo eres tú, cuáles son tus mayores virtudes y cualidades (y puntos débiles) de cara al negocio, a los clientes, a tus empleados. Qué conocimientos tienes de tecnología (internet, redes sociales…), y también de otras áreas (finanzas, marketing, legal, laboral etc.).
- Define tus clientes actuales y potenciales: clientes locales, de fuera de la localidad, en internet, edad media, sexo, perfil (qué buscan, qué valoran, en qué otras cosas están interesados).
- Situación actual: tiempo que lleva abierto el negocio, evolución de las ventas, competencia. Estrategia actual de marketing (publicidad local, promociones, página web, redes sociales, etc..).
- Objetivos para la tienda a corto, medio y largo plazo. Que sean realistas y realizables: si únicamente es «mantenerse», es un buen objetivo como otro cualquiera.
Simplemente contestando a estas preguntas verás cómo eres capaz de detectar problemas actuales de tu negocio y también oportunidades e ideas para mejorar. Este proceso es más productivo si lo compartes con otras personas, profesionales o no. Busca gente crítica -aunque te duela-, porque ellos te pondrán los pies en el suelo. Y gente creativa, que te de nuevas ideas por muy extrañas que parezcan. Luego tú harás el filtro conveniente.
Existe multitud de literatura, artículos, blogs etc. en los que se proporcionan técnicas y metodologías para ayudar en este proceso reflexivo. Muchos de ellos son realmente aprovechables e intentaremos ir recopilando y comentando algunos en nuestra web. Sin embargo, si no tienes tiempo para buscar, leer y analizar cuál es el más apropiado para ti, que eso no sea excusa para seguir inmóvil. Lo importante es empezar a pensar cuanto antes y perseverar en el proceso de mejora continua de tu negocio.
Recuerda siempre que no has llegado hasta aquí por azar. Dentro de ti hay mucha más experiencia y mucho más conocimiento de tu negocio del que crees. Aprovéchalo.