Cuando muere alguien cercano, además de su dolorosa pérdida, necesitamos rellenar un montón de papeleo por su defunción. Aun así no todo acaba aquí, ahora nos enfrentamos a un nuevo reto: cómo hacer desaparecer los perfiles en las redes sociales y limpiar casi cualquier rastro que deje por la red. Con este fin las diferentes redes sociales han comenzado a habilitar protocolos de actuación de formularios para dar respuesta a este vacío legal que existe en torno al fallecimiento de un usuario. Facebook ya ha ideado un formulario, mientras que LikedIn aún no tiene respuesta a este problema.
Es cierto que legalmente hay cierta indeterminación en este contexto, pero podemos encontrar muchas leyes que respaldan a aquellas personas que deseen borrar el perfil de un familiar fallecido. En la actualidad las distintas redes sociales están habilitando protocolos para dar una solución rápida y fácil a esta situación.
Redes Sociales:
- Facebook: Se permite crear cuentas conmemorativas de personas fallecidas o también se pueden borrar sus perfiles. Para ello se ha habilitado un formulario muy sencillo en el que los únicos datos que se piden son: el nombre de la persona, el enlace al perfil, la dirección de correo electrónico a la que estaba asociada la cuenta y un enlace a una nota necrológica o noticia donde quede constancia del fallecimiento. Después nos dan la opción de borrar la cuenta o crear un perfil memorial. Al tener una cuenta conmemorativa nadie puede iniciar sesión y no se puede modificar. Lo único que sí permite es que los conocidos dejen comentarios en la biografía. El contenido que haya compartido la persona permanece en la red y se evitan ciertos errores informáticos desagradables, como que aparezca en sugerencias de personas que quizás conozcas.
- Twitter: Tiene un protocolo de actuación que permite a los familiares autorizados borrar el perfil. Lo que se necesita es enviar una carta o fax a la sede de la compañía en San Francisco con los siguientes datos; el nombre del usuario en Twitter, copia del certificado de defunción, copia del DNI de la persona que hace la reclamación, la relación que guarda con el usuario desaparecido y una breve descripción de los detalles que evidencian que esta cuenta pertenece el fallecido, en el caso que el nombre de la cuenta no coincida con el nombre del certificado de fallecimiento. No especifica quiénes pueden realizar esta acción, si familiares, herederos o simplemente amigos y conocidos.
- Cuentas de Google: Ha habilitado el “Administrador de Cuentas Inactivas”, que permite al usuario decidir qué quieren que se haga con su cuenta al fallecer. Este formulario se encuentra en el enlace de configuración de la cuenta. También se puede establecer el tiempo que debe dejar transcurrir Google hasta considerar tu cuenta inactiva, y tras pasar este período, hay dos opciones: o bien se pueden borrar todas las cuentas asociadas, o Google manda un correo a una persona para que sea quien administre la información. Si se opta por esta última opción, la persona escogida tendrá acceso a los contenidos mediante un correo con un enlace para descargar los datos del usuario, aunque con fecha de caducidad.
- En cuanto al correo de Gmail, si la persona propietaria de la cuenta no ha hecho testamento virtual, el protocolo de Google es similar al de Twitter; se manda por correo ordinario o fax a la sede en California una serie de datos como el certificado de defunción, traducido al inglés. Después de examinar la documentación se notifica vía correo electrónico al usuario que hay una segunda fase en la que se tiene que conseguir más documentos legales, como por ejemplo una orden de un juzgado estadounidense, proceso que se demora varios meses.
- Otras Redes Sociales: Tuenti también permite borrar el perfil de un familiar directo fallecido mediante la solicitud por correo electrónico. En contraposición, LinkedIn no ha estudiado aún una respuesta rápida para estos momentos. En una consulta realizada a través de su formulario web responde que ya se ha remitido el mensaje al Equipo de Operaciones de Riesgo.
Según la red social, dar de baja un perfil puede convertirse en un trámite ágil y sencillo o en toda una tediosa y complicada odisea interminable. La idea es que en el futuro se mejoren las fórmulas para no convertir el espacio virtual en un cementerio lleno de tumbas.