Publicado: 06/05/2021Por Categorías: Sin categorizar

Muchas empresas optan por tener un blog propio donde escribir sobre  su negocio o de temas relacionados. El blog es una herramienta muy efectiva para conseguir que lleguen clientes a tu negocio y posicionar tu web. Hay muchas variables que te harán ser mejor a la hora de desarrollar tu blog, pero una de las más importantes es la frecuencia de publicación de post.

¿Cada cuánto escribir un post?

Encontramos blogs de todo tipo y es que, para gustos, los colores. Podemos comprobar  cómo muchas empresas optan por ser más  intensivas e intentar publicar  todos los días contenido en su página. Otras compañías prefieren  no  saturar a los usuarios con mucha información y escriben, por ejemplo, una vez al mes en su blog. En este caso, los posts  suelen ser más extensos  y complejos que los que escriben de manera diaria.

Entonces, ¿cuál es  la mejor opción?

La respuesta es depende. Debes realizar  un análisis previo de las características de tu empresa para saber cuál es lo más óptimo  para ti . A continuación, vamos a explicarte algunas de esas características que consideramos importantes para saber la frecuencia que necesita tu blog:

Clase de contenido

Como hemos comentado, hay negocios que escriben en sus blogs de manera frecuente y eso no quiere decir que estén haciendo las cosas mejor. Simplemente esos negocios tendrán un producto en el que los clientes deben mantenerse al día de las novedades del sector.

Es por ello por lo que debemos hacer un análisis previo de cómo  va a ser nuestro contenido y, con ello, adaptar la frecuencia para publicar cada entrada en el blog. Si tenemos un contenido que  puede tener un seguimiento diario por parte de los clientes será óptimo valorar hacerlo de continuo.

Si, por otro lado, nuestro negocio se basa en un contenido puntual, que ayude al cliente en ciertos procesos o de información de manera detallada, será mejor optar  por hacer un contenido más elaborado, pero menos frecuente.

Cómo es tu público

Otra variable importante que debes analizar y, sobre  todo deberás ir haciéndolo con el paso del tiempo, es averiguar cómo  es tu público.

  • ¿Permanecen mucho tiempo en tu página?
  • ¿Qué clase de usuario tienes?
  • ¿Leen contenido relacionado?
  • ¿Son usuarios habituales?
  • ¿Cuál es tu tasa de rebote?

Esas son algunas de las muchas preguntas que nos podemos hacer a la hora de conocer a nuestro usuario.

Ahora pongamos, por ejemplo, que tienes un público profesional, que está dedicado en plenitud a su trabajo y que lo que quiere es soluciones a sus problemas. Estos clientes serán más  exigentes, quieren contenido claro y directo, que no les haga perder el tiempo.. Un contenido bueno y con una frecuencia más baja será lo idóneo.

Por otro lado, también  podemos tener a un público menos exigente de un negocio que esté más dedicado al ocio o con usuarios  que busquen el entretenimiento. En este caso, es un público  que dispone de más tiempo libre, no le importa invertir su tiempo en leer artículos sobre sus temas preferidos y disfrutan de ello. En este caso se debe  dar un servicio más  intensivo de escritura, publicando  posts con mayor frecuencia  y ofreciendo  contenido que les haga permanecer en nuestra página.

Recursos de la empresa

En los anteriores puntos hemos ‘mirado hacia fuera’ de la empresa para adaptarnos a ella, mientras que ahora nos toca ‘mirar  hacia el interior’. Debemos tener en cuenta nuestra disponibilidad para escribir contenido, ya que no podemos dedicar todo nuestro tiempo a ello.

Por lo tanto, los anteriores puntos quedan a expensas de este. La disponibilidad que tengamos marcará el porvenir de nuestro blog. En ello debemos hacer hincapié.

Si nuestro negocio se adapta a una escritura intensiva, pero no tenemos la capacidad de escribir más de dos posts semanales, no pasa nada. Habrá otros beneficios por ser menos frecuentes.

¿Es realmente importante la frecuencia?

Desde nuestro punto de vista, una estrategia de contenidos debe basarse en el tiempo. Debes ir viendo cómo reacciona tu público ante los impactos que le ofreces y a partir de ahí controlar la frecuencia que sería la correcta. Una vez que conozcas con qué frecuencia es bueno que trabajes, analiza  valora si es posible seguirla.

Por lo tanto, la frecuencia no es lo más importante a la hora de publicar. Trabaja tu blog, publica  un buen contenido, intenta ser constante y no pasarte mucho tiempo sin escribir y renueva tu contenido antiguo. Cuidando estos detalles tendrás asegurado tener un blog interesante para una buena parte de los usuarios.

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