La página en blanco es uno de los mayores miedos para todos aquellos que nos dedicamos a escribir. Incluso aunque ya hayamos elegido el tema sobre el que queremos hablar y tengamos clara la estructura de nuestro texto, muchas veces no sabemos cómo empezar a desarrollar nuestras ideas.
En el caso concreto de un blog necesitamos además que el inicio enganche rápidamente al lector para que no se marche sin despedirse, es decir, para que no abandone la página sin realizar la conversión. Con el fin de ayudarte en esta tarea, te voy a dar una serie de consejos para redactar la introducción de un post.
Antes que nada, es preciso señalar que una buena introducción debe servir para contextualizar la entrada de blog y preparar al lector sobre el tema que va a leer. Para ello, no debe ser demasiado extensa y debe usar un estilo lo más directo posible.
Como ya hemos comentado, el objetivo es captar lo más rápido posible el interés del lector, para lo cual podemos utilizar varias fórmulas:
- Una de las más utilizadas consiste en tratar de empatizar con él, hacerle ver que su problema es algo que le ocurre a la mayoría de la gente. Es precisamente lo que he tratado de hacer en la introducción de este post.
- También podemos optar por contar una anécdota y, a partir de ahí, desarrollar el tema que queremos tratar.
- Otra opción es buscar el humor y crear una introducción divertida, aunque esto depende del tono que le queramos dar a nuestro blog. Si queremos transmitir una imagen de seriedad, esta opción no sería muy recomendable, pero puede ser muy efectiva si pretendemos dar una sensación más cercana y jovial.
Es importante también que expliquemos el objetivo del texto. Aunque nosotros tengamos muy claro qué es lo que pretendemos con nuestra entrada de blog, el lector no tiene por qué saberlo si no se lo explicamos correctamente. Por eso es nuestra labor resaltar la importancia de nuestro post y darle al lector una razón para continuar leyendo.
Por último, debemos tener en cuenta que el lector ha llegado hasta el post porque quiere obtener información sobre algún problema o necesidad que tiene. Por tanto, no podemos olvidar que nuestra introducción debe crear la expectativa de que el post va a ayudarle a solucionar ese problema.
Sigue estos sencillos consejos y comprobarás cómo te cuesta menos arrancar la redacción de tus artículos. Ahora solo queda que desarrolles tus ideas y la estructura que te habías planteado al inicio para conseguir un post capaz de generar tráfico y conseguir conversiones para tu negocio.